Por primera vez, una ley obliga a las empresas alemanas a adoptar prácticas empresariales éticamente correctas y sostenibles. Sin embargo, esta ley no solo las afecta a ellas. Los proveedores internacionales también tendrán que cumplir las normas de esta ley si quieren formar o seguir formando parte de las cadenas de suministro mundiales de su sector.¡Conocé más!
La adopción de la Ley de Diligencia Debida en la Cadena de Suministro en junio de 2021 es un gran éxito para la protección de las personas y el medio ambiente en las cadenas de suministro mundiales.
Por primera vez, una ley obliga a las empresas alemanas en este sentido. Sin embargo, no sólo las empresas alemanas estarán obligadas por esta ley a adoptar prácticas empresariales éticamente correctas y sostenibles. Los proveedores internacionales también tendrán que cumplir las normas de esta ley si quieren formar o seguir formando parte de las cadenas de suministro mundiales de su sector. La ley, aprobada por el Parlamento alemán en junio de 2021, tiene como objetivo principal ayudar a frenar el trabajo infantil y los bajos salarios en los proveedores extranjeros. Obliga a las empresas alemanas a garantizar que sus sucursales en todo el mundo y también sus proveedores extranjeros respeten normas sociales y ecológicas elementales.
Con ello, el gobierno alemán rompe con el principio de la responsabilidad voluntaria de las empresas y envía una señal contra la explotación de los trabajadores y la destrucción del medio ambiente en las cadenas de suministro mundiales, desde la extracción de materias primas hasta la exportación. Es un cambio de paradigma hacia más derechos humanos y sostenibilidad en las empresas.
Aunque el cumplimiento de la ley se aplicaría inicialmente sólo a las empresas alemanas con más de 3.000 empleados recién a partir del año 2023 y a las empresas con más de 1.000 empleados en el año 2024, sus proveedores internacionales también se verán afectados. Además, dado que la nueva ley es importante para aquellas empresas que quieran establecerse como proveedores de la economía alemana, también es relevante para las empresas argentinas que quieran suministrar a las empresas alemanas sus productos y/o servicios. Deberán adaptar sus actividades empresariales a los requisitos de la ley hasta que ésta entre en vigor.
Hay un buen número de grandes empresas alemanas muy conocidas que operan en Argentina a las que se aplicará la ley dentro de unos años. Lo mismo ocurre con sus proveedores, por ejemplo, empresas de los sectores de la agricultura, la producción química, la minería y la extracción de petróleo y gas. La ley afectaría, entre otras cosas, al uso de plaguicidas en la agricultura, todavía habitual en Argentina y ya prohibido en la UE. Dorothea Garff, Senior Associate en Beccar Varela, afirma: "Probablemente no todos los sectores se verán afectados por igual. Entre otros, la extracción de materias primas, como el litio, o el sector agrícola se mencionan como de alto riesgo en Argentina en el informe de investigación del Ministerio Federal de Trabajo y Asuntos Sociales titulado Respeto de los derechos humanos a lo largo de las cadenas de valor globales / Riesgos y oportunidades para los sectores de la economía alemana.”
¿Cómo pueden entonces las empresas argentinas prepararse para estos cambios?
Dorothea Garff también responde a esta pregunta: "Se puede esperar un impacto en las empresas de Argentina de forma inmediata, o al menos ciertamente a partir del 1.1.2023, cuando la ley entre en vigor. Por lo tanto, las empresas argentinas que quieran formar parte de la cadena de suministro de una empresa alemana, o de las sucursales de empresas alemanas, deben abordar el tema ahora y anclarlo en su sistema de valores o en su cultura corporativa. Esto debe hacerse, en primer lugar, mediante una posición clara de la dirección respecto a la inclusión de la protección de los derechos humanos en un código de conducta o ética, y con una formación adecuada de los empleados. Si las empresas argentinas ya toman la iniciativa y crean sistemas de gestión de riesgos, por cuenta propia o en cooperación con el cliente alemán, gozarán de ciertas ventajas: la empresa argentina conoce los retos de la protección de los derechos humanos a nivel local mucho mejor que una empresa en Alemania. Por lo tanto, es más probable que puedan eliminar los riesgos preventivamente con medidas adecuadas. Para las PyMEs argentinas, también puede ser útil unir fuerzas y, con la ayuda de expertos, así como de cámaras y asociaciones, tomar medidas efectivas para proteger los derechos humanos."
Como mencionó Dorothea Garff, los temas de cumplimiento, medioambiente y sostenibilidad están ganando cada vez más atención entre las PYME argentinas. La AHK Argentina les acompaña con programas de formación y eventos sobre prácticas empresariales sostenibles. El programa DEPE (De Empresa a Empresa) es uno de los pocos cursos de formación en el ámbito de la integridad y el cumplimiento de normativas internacionales que existen en Argentina. El objetivo de este programa es sensibilizar a las PYME argentinas: los empleados de las pequeñas y medianas empresas reciben formación para implantar una cultura de transparencia y conducta empresarial ética en la empresa y así identificar y aprender sucesivamente a evitar los riesgos de corrupción en sus actividades diarias.
El gobierno argentino también está enviando señales positivas en esta dirección: Matías Kulfas, Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, junto con su homólogo de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, presentaron recientemente el Plan de Desarrollo Productivo Verde. Éste prevé inversiones por más de 10.000 millones de pesos a través de diversos instrumentos de apoyo técnico y financiero para el desarrollo de proveedores en la economía verde, la promoción de procesos de producción circular y la adaptación ambiental en más de 3.500 empresas argentinas de diferentes sectores.
La ley alemana llega en un momento en el que se está prestando más atención a estas cuestiones a nivel internacional y puede ser un importante motor de prácticas más respetuosas con el medioambiente y la sociedad en todas las partes del mundo. Si la ley tendrá un efecto dominó que provocará cambios estructurales en la economía mundial, eso aún no se sabe. Dependerá de muchos factores. Pero la iniciativa representa un importante primer paso y señala el camino.
Más información:
Julieta Barra
jbarra@ahkargentina.com.ar